Voïvod - Nothingface (1.989) Imprimir
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Escrito por kietrece   
Martes, 01 de Julio de 2008 21:16

Probablemente hablar de Voivod hoy en día nos da un poco de nostalgia, sobre todo desde que su intrépido guitarrista, Piggy, nos dejara hace ya un tiempo. Nothingface es la obra maestra de esta banda canadiense, cuyo álbum publicado en 1.989 nos trae una versión de Astronomy Domine que hace actual el recuerdo de Syd Barret. Su influencia, y a la postre la de Pink Floyd, se encuentra latente en su obra en forma de éxtasis psicodélico, complejidad musical y cúmulo de atmosferas y desarrollos.
No les olvidarían en albumes posteriores, atreviéndose con The Nile Song en su disco The Outer Limits.

Nothingface comienza con The Unknow Knows, un blues psincopado, con una base de bajo ; rock progresivo insolente, con un toque ácido en la voz de Denis Belanger. Hacía el final de la canción el bajo persiste destacando en una melodía que atraviesa nuestro cerebro, instando a nuestra inteligencia, que se regocija en su tonalidad.
La canción que da título al disco nos muestra a una banda libre de prejuicios , unas letras cargadas de mensajes de caos y paranoya, técnica de frases cortas. A tenor de cómo suenan nos hacemos una idea de que encontrándonos aún en los 80, estamos inmersos en plena epopeya lírica. Las guitarras de Piggy redoblan con su estilo típico, los cambios de tiempo, los contratiempos, persisten a lo largo del tema. Nos envuelve una zozobra de mentalidad contemporánea.

Para ir entrando en materia, seguimos con Astronomy Domine. La versión existente en esta grabación goza de una puesta en escena digna de elogios. La entrada de la batería triunfal, con la perspectiva muy clara de dónde quieren moverse, y de que saben hacerlo como pez en el agua. Los coros en las voces dan profundidad, la imagen de Pink Floyd nos asalta al instante, pero el cambio de revoluciones y los sonidos actuales de distorsión dan un aura nueva a esta obra maestra. Para el que no haya tenido oportunidad de escucharla por Pink Floyd , le recomendamos esté pendiente a próximos discos comentados en este apartado. El desarrollo de la canción se alarga con el solo de Dennis D`amour (Piggy) , verdadero arquitecto de la tela musical de Voivod. Winding signs flap.... Flicker flicker flicker flap.
El bajo vuelve a hacer presencia en la entrada de Missing Secuences, derrotista en su comienzo, pronto cambia de contexto. El sonido que envuelve a Voivod es cristalino, pero contundente. Paradas, nuevos desarrollos de la guitarra, los redobles de batería, el chillido apagado de fondo, para conseguir el efecto deseado: terminando por desbocar los caballos, con tintes punks que se resisten a mostrarse sin tapujos. En su lugar la maestría vuelve a hacer presencia, el cambio vuelve a mirar de soslayo a su bajista Jean Yves Theriault, genial. El solo termina por introducir la melodía de la voz, pero la paranoya vuelve a estar presente, y a la vez los reflejos del mejor rock progresivo de la última década, sin dejar a un lado la modernidad y sofisticación. Llega un momento en que nos encontramos perdidos, como si estuviéramos desorientados en un laberinto musical donde no encontramos a nadie, pero todo el mundo nos controla con facilidad. La música se transforma en nuestra mente, que termina aletargada por tal abrumación.
Con X Ray Mirror estamos de lleno en plena coyuntura Voivodiana, apretando si cabe un poco más la tuerca. Con gran expresividad en su vocalista, y un cambio que de nuevo nos enseña su lado oscuro. Voivod sabe hacernos esperar, y contiene el desarrollo a sabiendas de que ya han captado por completo nuestro interés. Quizás este tema, y otros en este disco, muestra también ese toque heavy característico en aquella época El desafío continúa y un último cambio vuelve a sorprendernos con otra melodía rocambolesca, ese aire de atmosfera de ilusión creada por la guitarra. La canción termina desembocando en cristales rotos.
De pronto nos damos cuenta de que Voivod practica un rock galáctico, universal, casi etéreo. Su concepto musical se basa en la materia, los subgéneros, las fusiones de conceptos; u otros como la astronomía, muy presente en este disco. Inner combustion es otro de esos temas directos que nos atraen a la primera, melodías pegadizas, pero con un trasfondo psicodélico, abierto a todas las posibilidades.
Preignition es otro corte paranoico, con mensaje apocalíptico. Tocando temas medioambientales, transfigurando los retazos de rock que todavía dan cabida a estas alturas del disco, que nos parece haber evolucionado a otro nivel. Piggy, una vez más extraordinario, termina aderezando la parte instrumental para dotar al tema de ese sonido estelar, identificable y rememorado por siempre jamás.
Into My Hipercube es para mí una de esas canciones universales. Conociéndome como soy fan floydiano, veo en esta canción una gran influencia de la psicodelia y el antiritmo. El trasvase de conceptos a una era espacial. El aislamiento del músico en su hipercubo, transtornado por su inspiración nada lógica, aunque matemáticamente ideal. Piggy vuelve a recordarnos que la guitarra eléctrica perdurará en su sonido.
Un disco redondo , aunque ya no puedas conseguir fácilmente el vinilo, gran trabajo en el art work original. Cuento en mis archivos con una copia que guardo como un tesoro. Su portada me trae gratos recuerdos de juventud, de ilusión por progresar. Y la música de Voivod te prepara para que en ese mundo de ahí fuera te pongan cara de idiota cuando te pregunten, y seas capaz de responder al instante: Voïvod, por supuesto, les conozco y admiro.
Podéis disfrutar del disco en su totalidad en Last Fm.
Además os dejamos el video de Astronomy Domine.


Os dejo también una grabación de Pink Floyd, que contiene un set en directo de Astronomy Domine. Tarda en empezar, pero merece la pena no perderse a Barret usando su telecaster.

 


 

Última actualización el Lunes, 29 de Septiembre de 2008 16:23